Las dos primeras carmelitas descalzas uruguayas se formaron en Argentina, en Uruguay todavía no había el Carmelo . Un 11 de febrero, día de la Virgen de Lourdes, dos hermanas, Marta del Niño Jesús y Albertina de San José, una uruguaya y otra argentina, tuvieron en el Carmelo «Corpus Christi» de Buenos Aires la inspiración de traer la orden al Uruguay. Hablaron con la priora y debieron esperar mucho tiempo antes de poder concretar su idea. Finalmente, el 8 de diciembre de 1934 se colocó la piedra fundamental del futuro monasterio de Corpus Christi y Santa Teresita del Niño Jesús, con la bendición de Mons. Francisco Aragone, Arzobispo de Montevideo, en la calle Fernando Otorgués 1225 casi Avenida Suárez.
Dos años después, el 3 de noviembre de 1936, llegaron en el Vapor de la Carrera, provenientes de Buenos Aires, las cinco religiosas fundadoras del Carmelo uruguayo: Madre Albertina de San José, Priora (argentina) y hna. Marta del Niño Jesús (uruguaya) ambas del monasterio de Corpus Christi; hna. María Magdalena de Jesús (argentina) y hna. Teresa Margarita del Sagrado Corazón (española residente en Argentina), del monasterio de San José; y la hna. Isabel de la Trinidad (uruguaya), del monasterio de Santa Teresa. Fueron recibidas por el señor Arzobispo de Montevideo y toda la Comunidad Carmelita de los religiosos en la iglesia del Prado. Se celebró la Misa de acción de gracias con numeroso público. Después del desayuno en el convento de los Padres Carmelitas todos se dirigieron al monasterio de la calle Otorgués, donde por la tarde predicó el p. Ernesto de Jesús. Fue entonces cuando Monseñor Aragone procedió a establecer la clausura después de bendecir a las religiosas.
La primera novicia que entró al monasterio carmelita uruguayo fue la Hna. Carmen María del Sagrado Corazón, el 25 de febrero de 1937, quien ya era catequista de la Iglesia de los Carmelitas del Prado. Enseguida entraron las Hnas. Ana de San Bartolomé (original del departamento de Colonia, Uruguay), María Teresa, Inés y María Elenna (de los barrios del Prado y de Colón de Montevideo). En pocos años se pobló hasta contar con veintiuna hermanas.